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20050821 – “El jefe de hogar es quien decide qué va a la olla”

Posted in La República with tags , , , , , , , , , , , on May 22, 2010 by Farid Matuk

Lo que amenazaba ser una entrevista bastante técnica se convirtió en divertida polémica cuando Farid Matuk, jefe del Inei, descargó sus santas iras contra la editora de esta revista, quien había cuestionado el concepto “jefe de hogar” en el reciente censo.

Lo que amenazaba ser una entrevista bastante técnica se convirtió en divertida polémica cuando Farid Matuk, jefe del Inei, descargó sus santas iras contra la editora de esta revista, quien había cuestionado el concepto “jefe de hogar” en el reciente censo.


Por Elizabeth Cavero.
Fotos: Melissa Merino.

Dicen que Farid Matuk es hombre de pocas palabras, pero la tarde que esta revista lo entrevistó tenía ganas de hablar. “¿Domingo?”, preguntó con ironía luego de que la reportera y la fotógrafa se presentaron: “¿Sabe usted lo que ha escrito de mí su editora?”. Matuk se refería a la columna de opinión en la que Maritza Espinoza, editora de este suplemento, cuestionó el concepto de “jefe de hogar” contenido en el cuestionario del Censo 2005.

La columna que había indignado a Matuk calificaba la pregunta de desfasada y especulaba que si el jefe del INEI era también el jefe de su hogar, probablemente la venganza de su mujer era ponerle las corbatas michi que lo caracterizan.

–¿Y qué le comentó su mujer cuando leyó la columna?

–Que quien escribió eso necesita tratamiento psiquiátrico.

–Me refiero a lo de “jefe de hogar”. ¿No le pidió a una explicación?

–En mi casa he hablado sobre esto mucho antes. Etimológicamente, hogar es el conjunto de leños acomodados en círculo sobre el cual se cocina. Entonces, definimos hogar como el conjunto de personas que se alimentan de la misma olla.

–¿Es tan importante la alimentación en el concepto de hogar?

–Es una definición internacional que se necesita para poder comparar. Además, el primer acto colectivo importante en la vida de una persona es alimentarse de manera común; y desde la evolución humana, cuando se deja de ser cazador-recolector, un mínimo de organización social se da durante la alimentación.

–La alimentación en común está en el origen mismo de las sociedades.

–Hasta donde yo sé, lo que nos diferencia de ser una comunidad gregaria, como pueden ser los cóndores del Colca, es la vida en colectividad. O sea, dejamos de ser horda y pasamos a ser tribu. Y ahí vuelvo a la columna que escribió esta persona. “Se llama cosas de la tribu”…

–Es el nombre del espacio.

–Bueno, pero ese es el nombre. ¿Usted sabe cuál es la diferencia entre tribu y horda? La diferencia es que la tribu tiene jefe, la horda no tiene jefe. Alguien que escribe sobre “cosas de la tribu” debe saber que toda organización humana que no sea una horda primitiva, tiene un jefe. Lo dice cualquier libro de antropología. Para que quien escribió esto sea consecuente, la columna debería llamarse “Cosas de la horda”.

–La pregunta es: ¿un hogar debe necesariamente tener un jefe?

–Antes veamos el cuestionario físico del censo. La pregunta se refiere a la relación con el “jefe (a)” del hogar. No induce a pensar que el jefe tiene que ser un varón.

–Pero al margen del sexo. ¿Quién es el jefe del hogar? Un niño de cinco años al que sus padres le hacen caso en todo, ¿es el jefe de su hogar?

–No, ese es un niño consentido. Pero, volviendo a la explicación de que toda sociedad que no sea una horda tienen un jefe, la pregunta es: cómo se llega a ser el jefe.

–Cómo.

–En el caso de las tribus primitivas, el jefe es el más fuerte. En los países democráticos, es el presidente elegido. Y ahí hay otra contradicción de la columna, porque si dice que en su hogar hay democracia, debe saber que en toda democracia se entrega un mandato a alguien.

–¿Qué pasa en un hogar donde no hay elecciones y las cosas se deciden de manera pareja? Admitirá usted que la pregunta lleva a confusión.

–”Jefe de hogar” es una definición operativa de hogar. Para la Iglesia, probablemente, si no hay matrimonio religioso no hay hogar. Pero la sociedad evoluciona en cierta dirección y la Oficina de Estadística trabaja siguiendo patrones sociales.

–En las casas no se hacen elecciones. ¿Cómo se sabe quién es el jefe de hogar?

–Supongamos primero que todo se define en consenso. El problema que subsiste es: ¿qué hacemos cuando no hay consenso? En esos casos no creerá usted que existe una pareja humana en la que todos los actos son conducidos por el consenso, uno de los dos miembros de la pareja actúa como última instancia. ¿Última instancia en qué? ¿El auto? ¿La matrícula del colegio? ¿Fijar el domicilio? Para citar la columna: “¿En las cosas importantes o en la chauchilla?”. Entonces, nuevamente, usted necesita una definición operativa.

–¿Cuál es esa definición operativa?

–Si “jefe de hogar” es la última instancia en lo que hemos definido como hogar (conjunto de leños sobre el cual se hace fuego y se cocina), el “jefe de hogar” es quien decide qué se come y qué no se come. No importa si es el varón o la mujer. El jefe o la jefa es quien logra imponer sus hábitos alimenticios.

–O sea que si la mujer es la que decide qué se come y el varón es el sustento económico del hogar, ¿ella es la jefa?

––Según nuestra definición operativa, el jefe de hogar es quien decide qué va a la olla.

–Si me hubieran dado esa explicación cuando censaron mi casa, hubiera dicho que yo soy la jefa.

–Bueno, pues, qué quiere que yo haga.

–Señor Matuk, la mayoría de la gente no tiene idea de que “jefe de hogar” es el que decide lo que va a la olla.

–Es que se parte de prejuicios. Los peruanos interesados sí preguntarán.

–¡Eso no lo sabe nadie! En la casa de mi editora la empleada decide qué se come, ¿es ella la jefa?

–Discúlpeme, yo hablo de la última instancia, no de la decisión cotidiana. Si a su editora no le gusta el hígado, ¿su empleada le va a cocinar hígado?

–Ahora, nuevamente, ¿para qué sirve establecer quién es el jefe del hogar?

–Esa es la definición operativa y todos los censos del planeta, después del nombre y la edad, preguntan cuál es la relación de la persona con el jefe de su hogar. Y eso sirve para poder conocer qué familias son biparentales, monoparentales, nucleares o extensas. Eso es una de las piezas fundamentales de la sociología moderna.

–¿Usted mismo censó su casa?

–No, esperamos al censador.

–¿Y qué contestaron en la dichosa pregunta? ¿No es su esposa la que decide qué va a la olla?

–Ella es. Pero, por ejemplo, si se trata de comprar una computadora, yo soy la persona más calificada para decidirlo.

–O sea que, de acuerdo con la definición operativa, en su casa contestaron que su mujer es la jefa.

–Sí…

–Por lo breve, el cuestionario sorprendió a muchos. ¿se hicieron pocas preguntas por cuestión de presupuesto?

–No, eso es algo que yo no hubiera aceptado. En realidad, el diseño censal que tenemos desde este año es más costoso. En el antiguo diseño censal se gastaban 40 millones cada diez años y se obtenía hiperprecisión en los datos, pero después de un tiempo, no sabíamos nada. Desde el año 2000, a nivel internacional se empezó a discutir la idea del censo continuo, que se aplicó por primera vez en Francia en el 2004 y por segunda vez en Estados Unidos este año.

Motos, autos deportivos y amor

Farid Matuk no es precisamente un tipo ensimismado en los números. Por ejemplo, le gustan las motos, los autos y la velocidad, y basta ver el Peugeot 206 deportivo “rojo Lucifer” que conduce para saberlo. Es más, comenzó a usar sus famosas corbatas “michi” como un acto de rebeldía cuando entró a trabajar al BCR. Y en el amor, también tiene su historia.

–¿Cómo conquistó a su esposa?

–En 1973 ambos estábamos en la Universidad Católica. Ella en estudios generales de Letras y yo en Ciencias. Un día llegó a vender un panfleto y tuvimos una discusión. Tuvimos una relación de amistad intensa hasta 1975. Luego se fue de la universidad. Yo también hice mi vida. En 1990 nos encontramos accidentalmente y la relación de estrecha amistad se retomó como una relación amorosa. Ahora tenemos una hija de 14 años.

–¿Y quién conquistó a quién?

–Bueno, ella llegó con su panfleto, así que, volviendo a conceptos atávicos, ella fue a mi territorio.

http://www.larepublica.pe/archive/all/domingo/20050821/1/node/90325/todos/1558

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