Autor: Marco Sifuentes
¿Qué tienen que ver Pablo Villanueva, los ‘chuponeadores’ y el museo que no quiere construir el Gobierno? Digamos que esta semana los tres demostraron que la mejor forma de preservar nuestra memoria es salvándola on line. Nuestra memoria es nuestra identidad. No nos definen nuestras experiencias, sino nuestros recuerdos. Así que vayamos conociéndonos: en la infinita capacidad de archivo de Internet, hubo determinados sucesos que su parcela peruana decidió recordar esta semana.
En la red, el debate sobre la pertinencia o no de tener un museo de la memoria continuó toda la semana. De hecho, solo en la web de la PUCP se puede leer el comunicado de apoyo a la construcción del museo en un PDF con todas las firmas. En You Tube está el testimonio del fotógrafo ”scar Medrano desmintiendo al congresista aprista Édgar Núñez, que dijo que la fotografía símbolo de la Comisión de la Verdad había sido trucada para favorecer la rojísima agenda de la CVR (falso; de hecho, la persona que aparece en la imagen es una víctima de Sendero). Farid Matuk, en su blog desde Iraq, tomó los datos del informe final y elaboró, por cuenta propia, una estadística de víctimas por gobierno en la que el régimen de García resultaba ser el de más víctimas. En Google Docs uno puede encontrar la hoja de cálculo que usó Matuk para elaborar la polémica estadística.
Pero la necesidad de no olvidar también se puso de manifiesto con un tema que no estaba directamente relacionado con la polémica política. El blog Bloody Hell puso en la palestra una publicidad del Instituto Berlitz –una academia de inglés– que mostraba a un personaje con chullo a punto de ser sometido a un brutal interrogatorio policial por parte de dos agentes del orden que no entienden su idioma. Cualquier relación con los quechuahablantes torturados durante el conflicto armado interno no fue coincidencia para los bloggers.
Los publicistas de la rama colombiana de Leo Burnett, que armaron la campaña regional, no contaban con que, esta vez, el tema no se iba a quedar en los blogs. La gente de Choledad Privada envió una carta a la agencia de publicidad y esta tuvo que responder, tratando de justificar un sentido del humor dudoso en una región afectada por la violencia política. Y, aún más, el blogger Peruanista se contactó con el mismísimo vicepresidente de Berlitz International, en Princeton, New Jersey, que lamentó el incidente y prometió levantar la campaña.
Pero, aunque lo parezca, la ‘cholósfera’ no es el reino de lo políticamente correcto. Conocido como ‘el Jorobado’, el analista Carlos Meléndez ha planteado que “los peruanos sí tenemos memoria, pero no de los temas que este sector (“caviar”) quisiera. (…) Un peruano promedio recuerda que, en las eliminatorias de 1981, le ganamos a los uruguayos en el Centenario 2 a 1 con goles de Julio Cesar Uribe y Guillermo La Rosa (…). Hasta ahora el finado Augusto Ferrando genera los más altos rátings cuando pasan una selección de Trampolín a la fama”.
Como dándole la razón en parte a Meléndez, el suceso del fin de semana fue la confirmación de un mito del que no teníamos recuerdo. Los Tumis, mediante un proceso detectivesco que narran en su blog, consiguieron el video de la legendaria presentación de ‘Melcochita’ en el show de David Letterman, en noviembre de 1983. Todo el país sabía que esto había sucedido, pero no teníamos memoria de ello porque nadie lo había visto.
Quizás, precisamente por eso, se necesita un museo de la memoria: porque todo el mundo sabe qué es lo que ocurrió, pero las nuevas generaciones no lo han visto.
(Ah, se me olvidaba. Ya nadie recuerda ni a ‘chuponeados’ ni ‘chuponeadores’. Salvo en la red. Pero como aquí ya se acabó el espacio para ese tema, pondré esa información en el blog de esta columna http://blogs. peru21.pe/peru2punto1. Otra ventaja de la memoria de Internet: es ilimitada. Quizás deberíamos ir armando allí un museo virtual. Una ventaja más: no depende del gobierno amnésico de turno.)
http://peru21.pe/impresa/noticia/melcochita-y-business-track-museo-memoria/2009-03-08/240531