Hola Bruno:
Un viejo ejemplo, religioso tambien, de cuando dictaba Econometría
era que cada vez que iba a la Plaza de Armas, cuando mi reloj marcaba
las doce las campanas de la catedral doblaban.
Es clásico el problema de la causalidad y la correlación, hace un
tiempo cuando señalabas que el incremento mundial del precio del
petróleo provocaba recesión, te comenté que en una vieja regresión
trimestral entre PBI e Inflación, ya había encontrado coeficientes
significativos, y obviamente subsistía el problema de la causalidad.
El asunto central es el marco teórico para cualquier regresión,
sino se tiene un método de “barrido” donde dada la facilidad de
cómputo actual, se hacen regresiones de todo contra todo, y cuando
alguna especificación es significativa, se construye un marco teórico
ex-post, lo cual es obviamente aberrante.
Acerca de la práctica econométrica de Barro, creo que dentro de su
línea de análisis no es el mejor. Delante de él estaría Lucas, y
mucho mas adelante Sargent. De lo que recuerdo del artículo, mas lo
sentí como una reinvidicación de Becker antes que un portento
econométrico.
Un abrazo, Farid.