Kuczynski: En cuatro años no se puede acabar con la pobreza
• Pedro Pablo Kuczynski sostiene que el país sigue siendo pobre porque es un problema endémico.
El presidente del Consejo de Ministros, Pedro Pablo Kuczynski, ensayó anoche un mea culpa al admitir que la pobreza se mantiene como el problema más grave del país. Sin embargo, PPK dijo que el Perú sigue siendo pobre no porque el gobierno falló, sino “porque arrastramos una miseria, sobre todo en el agro, que viene desde la reforma agraria”.
“Lo reconocemos claramente en el libro la Agenda pendiente, se habla de la necesidad de una mayor infraestructura rural y de apoyo a los pobres, eso es una cosa que está clara. Diría que nos ha faltado mucho en infraestructura rural”, refirió. Luego agregó: “No se cambia un país en cuatro años. Chile, por ejemplo, hizo sus reformas económicas en el 70 y nuevamente en los 80, pero solo cuando terminó (el gobierno de) Pinochet se redujo la pobreza”.
PPK criticó a quienes cuestionaron programas sociales del gobierno como Juntos. Señaló que estos programas deben concentrarse en zonas de pobreza extrema que están básicamente en la sierra del país. El Premier también defendió las encuestas de hogares que cada mes realiza el Instituto Nacional de Estadística (INEI). Dijo que son reconocidas como las mejores de América Latina.
La pobreza, debate cíclico
El debate en curso entre los técnicos del PAP y el director del INEI Farid Matuk a propósito de las cifras de disminución de la pobreza no tiene nada de nuevo. Ya lo tuvimos hace dos años a propósito del 2,8% de reducción de pobreza que anunció Alejandro Toledo en un mensaje presidencial, y lo tuvimos en el decenio anterior, pues el tema fue una muletilla en boca del dictador AFF, que al final fue desmentido por la realidad: durante su gobierno la pobreza se incrementó a 54%.
En el 2004 la polémica se centró sobre la afirmación presidencial de que el universo de pobres del país se había reducido en 420.000 personas, algo que suscitó el descreimiento general. La impactante cifra hizo que en aquella ocasión –como ahora– las miradas se volvieran hacia Farid Matuk, quien dijo que si bien los porcentajes que el Presidente manejó le habían sido proporcionados por el INEI, la cifra anunciada no correspondía a su institución, sino a los autores del mensaje de Alejandro Toledo.
Una de las conclusiones de la pasada discusión insistió en que si bien la pobreza se había reducido en dos puntos, el dato carecía de relevancia, pues al haber crecido la demografía –es decir, la población– en más de dos puntos, el total neto registraba en verdad un aumento del número de pobres. Esta fue la posición del economista Javier Herrera, abundantemente citado esta vez por Luis Alva Castro.
Según Javier Herrera, el método empleado por el INEI adolecía de defectos y le impedía incorporar otras variables, como por ejemplo el nivel de hambre en Lima, que había subido en nueve puntos porcentuales entre el 2001 y el 2003, pese a que paradójicamente la pobreza a nivel nacional había disminuido. Y es que en la capital los pobres deben hacer mayores gastos para sostenerse, algo muy distinto a lo que ocurre en provincias, Por lo tanto, era admisible que la pobreza se redujera, sin por ello disminuir los pobres.
Al parecer, en estos dos últimos años el INEI ha corregido sus indicadores, lo que le ha permitido una medición más exacta de los niveles de pobreza (en base a calidad de la vivienda, hacinamiento-tugurización, acceso a servicios y a la educación). El problema es que tal afinamiento lo lleva a concluir que la pobreza se habría reducido en cinco puntos, porcentaje considerado inverosímil por los técnicos del PAP.
A partir de ahí, y como sucede a menudo en nuestro país, la discusión se ha vuelto un intercambio de acusaciones. El señor Matuk rechaza haber maquillado las cifras y sostiene que el PAP busca interesadamente desacreditarlas con fines políticos, a fin de instalar a sus propios técnicos en el INEI y obtener manga ancha para generar gasto. Pero el descenso del debate no debiera distraernos de lo esencial: que reducido en 3 o en 5%, el nivel de pobreza sigue siendo inadmisible.
Quiere decir que, a inicios del siglo XXI, uno de cada dos peruanos es pobre: he ahí el verdadero escándalo.
Fuente: La República, – Red Plan_de_Gobierno_PS_DT
http://www.aep-peru.org/boletin/boletinelectrotecnico/21boletinjulio06/nosepuede.htm